Síndrome de conmoción cerebral crónica

Conmoción cerebral - ¿Qué le ocurre al cerebro? PARTE 1

Conmoción cerebral - ¿Qué le ocurre al cerebro? PARTE 1
Ilustración de la red cortical. En una conmoción cerebral, la comunicación en red del cerebro se interrumpe, lo que dificulta la coordinación y el procesamiento de las distintas impresiones sensoriales. Esto puede provocar síntomas como mareos, dificultad para concentrarse, niebla cerebral y fatiga.

Cada año, más de 600 personas por cada 100.000 sufren una conmoción cerebral, commotio cerebri. La conmoción cerebral se produce como resultado de un impacto directo o indirecto en la cabeza que hace que el cerebro se acelere y se sacuda dentro de la cabeza. Esta "sacudida cerebral" provoca daños físicos por tracción en los nervios que desencadenan varias reacciones bioquímicas. El daño por tracción y las reacciones bioquímicas provocan alteraciones funcionales inmediatas, entre ellas la llamada excitotoxicidad. La excitotoxicidad es una reacción que se produce tras el daño a las células nerviosas, en la que hay una fuga de sustancias que se dedican, entre otras cosas, a activar las células nerviosas, incluyendo algo llamado glutamato. Esta fuga hace que las células nerviosas se vuelvan hipersensibles a la estimulación o hiperactivas, y puede desencadenar una reacción en cadena que dañe aún más las células nerviosas. Al mismo tiempo que las células nerviosas se vuelven hipersensibles a la estimulación, se activan las células inmunitarias del cerebro, incluida la microglía, necesaria para la inflamación "controlada" tras un traumatismo cerebral. Esta respuesta inmunitaria es necesaria para iniciar el proceso natural de curación tras una lesión.

Estas alteraciones funcionales a nivel celular, en combinación con el daño físico por estiramiento de las fibras nerviosas, provocan un efecto dominó de alteraciones funcionales en el cerebro que dificultan el funcionamiento normal.  

Vea cómo se mueve el cerebro dentro del cráneo durante un golpe directo en la cabeza: https://i.imgur.com/aKiPvPl.gif

Vea lo que le ocurre al cerebro en un accidente de coche: http://www.brainline.org/content/multimedia.php?id=848

Estos trastornos funcionales primarios resultantes de la conmoción cerebral inician un efecto dominó de trastornos funcionales secundarios en las partes externas (corticales) e internas (subcorticales) del cerebro. Esto incluye partes del cerebro implicadas en el procesamiento y la coordinación de múltiples impresiones sensoriales simultáneamente (integración multisensorial), que son responsables de sincronizar la activación de varios centros diferentes con distintas propiedades en el cerebro simultáneamente para realizar tareas tanto físicas como cognitivas (activación modal cruzada), mientras que zonas tanto corticales como subcorticales que normalmente no se activan durante determinadas tareas se activan en personas que han sufrido una conmoción cerebral y una lesión cerebral traumática leve. La investigación ha demostrado que una sincronización alterada entre la recepción cerebral de información sensorial y la producción de señales motoras da lugar a un deterioro de la neuroplasticidad y el aprendizaje. Esta es una de las razones por las que es muy difícil encontrar tratamientos eficaces que puedan reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de niños y adultos con síndrome de conmoción cerebral crónica, síndrome postconmoción cerebral.

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a lo largo de la vida formando nuevas conexiones y reforzando las redes existentes. Este proceso puede producirse en respuesta al aprendizaje, la experiencia y las lesiones, y permite al cerebro adaptarse y repararse. La neuroplasticidad sustenta nuestro desarrollo cognitivo y motor, nuestra memoria y nuestra capacidad para aprender nuevas habilidades.

La IRMf y el EEG muestran alteraciones funcionales en las partes externas e internas del cerebro en el síndrome de conmoción cerebral crónica.

La resonancia magnética funcional (RMf) es un método de investigación utilizado para estudiar las funciones y estructuras del cerebro. Esta técnica utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas del cerebro y su actividad. La IRMf funciona midiendo los cambios en el flujo sanguíneo y los niveles de oxígeno en distintas partes del cerebro. Cuando una zona del cerebro está más activa, aumenta el flujo sanguíneo a esa zona para suministrar más oxígeno y nutrientes. Esto provoca un cambio en el nivel de oxígeno en la sangre, lo que se denomina contraste dependiente del nivel de oxígeno en sangre (BOLD). La IRMf puede detectar este contraste BOLD, revelando qué zonas del cerebro están activas durante diferentes tareas y procesos mentales. La IRMf se utiliza a menudo en investigación para estudiar cómo cooperan y se comunican entre sí diferentes partes del cerebro, por ejemplo trazando redes de conexiones neuronales.
La electroencefalografía (EEG) es un método que mide la actividad eléctrica del cerebro. Este método de exploración registra las señales eléctricas del cerebro mediante pequeños electrodos colocados en el cuero cabelludo.
La electroencefalografía (EEG) es un método que mide la actividad eléctrica del cerebro. Este método de exploración registra las señales eléctricas del cerebro mediante pequeños electrodos colocados en el cuero cabelludo.
Los electrodos miden las fluctuaciones de la actividad eléctrica que se producen cuando las neuronas (células cerebrales) se comunican entre sí y muestran funciones y procesos cerebrales. Incluidas las áreas implicadas en la función motora, la atención, la percepción y la memoria.
Los electrodos miden las fluctuaciones de la actividad eléctrica que se producen cuando las neuronas (células cerebrales) se comunican entre sí y muestran funciones y procesos cerebrales. Incluidas las áreas implicadas en la función motora, la atención, la percepción y la memoria.

La resonancia magnética funcional (RMf) muestra cambios en las zonas externas (corticales) e internas (subcorticales) del cerebro en el síndrome de conmoción cerebral crónica, síndrome postconmoción cerebral (SPC). Incluyendo la reducción del estado de reposo o actividad en reposo en el cerebro y cambios en los patrones de activación cerebral. Un estudio de 2020 ha demostrado una reducción significativa de las conexiones funcionales entre varias áreas externas e internas. Incluidas áreas denominadas corteza prefrontal, corteza parietal superior y corteza temporal. Estas áreas son importantes, entre otras cosas, para la coordinación y el procesamiento de diferentes impresiones sensoriales, y la coordinación entre ellas es importante para una buena función cognitiva y una buena capacidad de orientación y movimiento. Otro estudio de 2019 utilizó resonancia magnética estructural (resonancia magnética convencional) para detectar cambios en el grosor de las partes externas del cerebro en estas áreas en personas con síndrome post-commotio.

La investigación mediante electroencefalografía (EEG) también ha mostrado cambios funcionales en el síndrome post-commotio. En 2019, se detectaron cambios tanto en áreas corticales como subcorticales, con aumentos y disminuciones de la actividad en distintas zonas del cerebro. Estos cambios parecen estar asociados con el deterioro de la función cognitiva en personas con síndrome post-commotio. Además, un estudio previo de 2018 mostró que las personas con síndrome post-commotio presentan alteraciones en la dinámica de las redes corticales, con una disminución de las redes cerebrales de mundo pequeño y un aumento de la organización modular.

Los buenos cambios en la red cerebral del pequeño mundo del cerebro implican ajustes en la organización de las neuronas y sus conexiones para que la información pueda transferirse con eficacia y sin esfuerzo. Estos cambios pueden aumentar el flujo de información y mejorar la función cognitiva, y pueden ser el resultado del aprendizaje, la experiencia o los procesos de curación tras una lesión. Una buena regulación de esta red contribuye a la neuroplasticidad y a la capacidad del cerebro para adaptarse a diferentes situaciones y exigencias. Los cambios perturbadores derivados de una lesión, enfermedad o trastorno del desarrollo reducen la capacidad de neuroplasticidad del cerebro, lo que hace más difícil y exige más energía adaptarse a las nuevas situaciones.    

La organización modular del cerebro se refiere al modo en que las neuronas y sus conexiones se agrupan en conjuntos separados pero relacionados funcionalmente, denominados módulos. Estos módulos están especializados en procesar distintos tipos de información o realizar tareas específicas. La organización modular contribuye a un procesamiento eficaz de la información, ya que los módulos pueden trabajar de forma independiente mientras interactúan con otros módulos cuando es necesario. Esta red de módulos permite una adaptación rápida y flexible a nuevas situaciones y experiencias de aprendizaje, lo que contribuye a la neuroplasticidad y a la capacidad del cerebro para adaptarse y evolucionar. En las personas con síndrome post-commotio, existe una mayor organización modular, probablemente como resultado de una serie de mecanismos compensatorios en un intento de compensar las deficiencias funcionales primarias y secundarias.   

Función y disfunción de las partes externas e internas del cerebro.  

Para comprender mejor lo que ocurre en el cerebro durante una conmoción cerebral y lo que causa la amplia gama de síntomas asociados a una conmoción cerebral, tenemos que repasar las funciones de algunas de las áreas del cerebro y lo que les ocurre durante un traumatismo craneal. Lo haremos en la segunda parte de este artículo, que se publicará dentro de unas semanas.   

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Kim Tore Johansen
6 de julio de 2023

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